Desde muy pequeño, Chris Kyle se ha sentido atraído por la armas y en 1999, en un segundo intento, consiguió ingresar en la Marina de los Estados Unidos para formarse como SEAL (la principal fuerza de operaciones especiales del país). En el mismo año, Kyle es destinado a Ramadi, Anwar y Bagdag para combatir en la Guerra de Irak. Su precisión milimétrica ahorra incontables vidas en el campo de batalla y, como las historias de sus hazañas valientes se propagan, se gana el apodo de “Legend”. Sin embargo, su reputación también está creciendo detrás de las líneas enemigas, poniendo un precio a su cabeza y haciendo de él un objetivo de primer orden. También se enfrenta a un tipo diferente de batalla en su vida personal: se esfuerza por ser un buen esposo y padre para de una familia que tiene al otro lado del mundo.